A pesar de la misión pacificadora de las juntas, cuya vida se prolongaría
hasta finales del siglo XVI, por al abuso de autoridad de los Pachecos y
por otra serie de causas, en los pueblos reina cierto descontento. En
tales circunstancias, Don Diego Pacheco, a la sazón Marqués de Villena,
entabla una guerra contra los Reyes Católicos, defendiendo los derechos de
sucesión de la Beltraneja. Esta oportunidad la aprovechan algunos
pueblos, entre ellos El Cañavate para luchar a favor de los Reyes.
Derrotado el Marqués, El Cañavate pasa a depender de la Corona y, para
agradecer su colaboración, el 9 de febrero de 1.478 se le concede el
Privilegio de Villazgo, un término propio con una extensión de 12.000
hectáreas y, por tanto, dejando de ser aldea de Alarcón.
Tal agradecimiento y distinción no impide que los reyes, en previsión de
futuras revueltas ordenasen desmochar y derruir las torres y almenas del
Castillo en 1.480. La ordenada demolición no debió ser total y, aunque muy
vulnerables, debieron quedar algunas estancias en condiciones de servir de
cobijo y refugio.
En una de las escaramuzas, luchando a favor de los Reyes Católicos murió
el conocidísimo Jorge Manrrique, autor de las coplas “Recuerde el alma
dormida...” La relación del Castillo de Garcimuñoz narra este suceso
diciendo que Don Jorge cayó herido en el camino de la Nava y que, en su
lugar, se levantó un monolito llamado “ Cruz de Don Jorge”. Historiadores
como Mariana, llaman a esta escaramuza batalla de Cañavate porque, sin
duda, debió librarse tan cerca del pueblo que hay quien afirma que la
primera cura se la hicieron los físicos de El Cañavate, trasladándolo
después a Santa María del Campo Rus, en donde murió.
El territorio recuperado por los Reyes tras su victoria formará, hasta
finales del siglo XVI, una provincia divida en dos corregimientos, el de
Chinchilla y el de San Clemente o de las diecisiete villas, al que
pertenecía El Cañavate. Este corregimiento, aunque su gobernador fuese
nombrado por los Reyes, siguió conservando el nombre de Marquesado de
Villena. |