Desde el momento en que los árabes invaden España, año 711, hasta la toma
de Granada en 1.492, transcurren prácticamente ocho siglos. Ocho siglos de
convivencia, de colaboración y de lucha, en los que El Cañavate va a ser
escenario de algunas confrontaciones bélicas.
Ya en 1.142, las tropas cristianas sufren una
tremenda derrota en Cannabat, al intentar conquistar por primera vez su
castillo o fortaleza.
En 1.184, siete años después de la conquista
de Cuenca, las tropas de Alfonso VIII, al mando del capitán Hernán
Martínez de Cevallos, se apoderan del Castillo de Alarcón, cayendo al
mismo tiempo el Castillo de Alcañavate y otros Lugares.
Hombres de El Cañavate participaron ya en 1.212
en la famosa batalla de la Navas de Tolosa, aunque años más tarde, en
1.219, al intentar tomar Requena las tropas de Alfonso VIII, esta vez
al mando del Arzobispo Don Rodrigo de Toledo, sufrieron una grave derrota
en El Cañavate. Así lo cuenta J.M. Quadrado: “Acometió la empresa
años más tarde el insigne arzobispo Don Rodrigo y levantando una
cruzada de doscientos mil hombres, tomó tres castillos de la serranía y
puso sitio a Requena; más hubo de levantarlo al cabo de mes y medio,
dejando dos mil cadáveres a pie de los apostillados muros y, perseguida la
desbandada hueste por el enemigo abandonó en Cañavate los cautivos y la
presa”.
Esta expedición,
sigue diciendo Quadrado, de poco grato recuerdo para su caudillo, citada
también en los Anales Toledanos, refierenla así las historias árabes:
“Entrando cargados de despojos los cristianos en tierras de Valencia,
después de haber talado los campos de Almansa y Rekina, salieron contra
ellos los fronteros y les dieron batalla en Cannauat y los rompieron y los
destrozaron quitándoles toda la presa y cautivos y haciendo en ellos gran
matanza”. El nombre de Cañavate, sigue diciendo el mismo autor,
resultó “ominoso” para los cristianos por las derrotas que allí sufrieron. |